Las técnicas de estudio son un conjunto de estrategias, habilidades y herramientas cognitivas que nos permiten disponer de estrategias de aprendizaje efectivas que faciliten la integración, estructuración y asimilación de nueva información.
Por ello, las técnicas de estudio que utilicemos serán un factor determinante es el resultado final. La información (materias y contenidos a estudiar) debe seguir unos cauces para sernos útil, y aquí es donde interviene la memoria.
Para estudiar, para aprender, debemos buscar información, seleccionarla y clasificarla.
El siguiente paso es almacenar toda esta información, pero de forma lógica y organizada.
Porque el último paso o requerimiento que dará sentido a todo este proceso de aprendizaje es el de poder reproducir la información exacta y en el momento preciso que necesitemos.
Inicialmente establecemos una primera toma de contacto con información nueva. En definitiva, las técnicas de estudio facilitan la asimilación de contenidos nuevos y su organización mental.
Otro aspecto importante es entender que el aprendizaje es un proceso estructurado en varias etapas y que éstas, deben darse en un orden concreto.
- La primera etapa es la de la incompetencia inconsciente: la persona no es consciente todavía de su desconocimiento de la materia.
- La segunda etapa es la de la incompetencia consciente: aquí todavía no sabemos o no dominamos la materia pero ya somos conscientes de nuestras carencias. En esta etapa surge el “querer” aprender, la motivación por descubrir.
- La tercera etapa es la de la competencia consciente: en ella ya dominamos la materia y además somos conscientes de este dominio.
- La cuarta y última etapa es la denominada competencia inconsciente: es cuando automatizamos el conocimiento y manejamos la materia aprendida sin esfuerzo.
En este proceso de aprendizaje atravesaremos tres estadios, necesarios para el dominio de la materia a estudiar. De manera muy resumida todo proceso de aprendizaje debe inevitablemente, recorrer estas etapas: